“Si un periódico es un servicio real al público, este debe tener una gran circulación porque la circulación significa avisos y los avisos significa dinero y el dinero significa independencia” Joseph Pulitzer
Joseph Pulitzer, un humilde húngaro judío que vivía en Estados Unidos, y William Randolph Hearst, un californiano adinerado, son considerados los padres del “Amarillismo”. A pesar de pertenecer a clases sociales y haber vivido en contextos muy diferentes, ambos iniciaron sus medios con el fin de informar a las clases populares, sin distinción alguna de partido o ideología. Sin embargo ambos buscaban a través de sus periódicos alcanzar la mayor cantidad de lucro posible, llegando al punto de tergiversar la información o inventársela para causar conmoción. Alex León, en su artículo Tinta Amarilla (León, 2006), habla de la fundación del sensacionalismo por Joseph Pulitzer y su posterior enfrentamiento con Hearst, haciendo énfasis en la vida y los ideales del primero a través de esta nueva forma de hacer periodismo.
Joseph Pulitzer adquiere su primer trabajo como periodista gracias a que se hizo amigo de un abogado que conoció en una biblioteca y que escribía en el periódico Westlich Post. Cuando tiene la oportunidad de redactar una noticia sobre un robo, su éxito se hace evidente, generando que los ejemplares se agoten y que su estilo de frases cortas y contundentes, que cuentan la realidad tal y como es, se hagan famosas dentro de la sociedad. Revolucionando la forma de contar las noticias, es considerado un riesgo para la existencia de los otros medios, por lo que sus acciones en el periódico son compradas a un alto precio, se hace millonario y compra el Post Dispatch de San Diego, cuya edición bajo su mando empieza con las siguientes palabras: “El periódico saldrá a las calles con esta declaración: “El post Dispatch no servirá a otro partido que al pueblo: no será órgano del republicanismo sino órgano de la verdad; no seguirá causas sino conclusiones; no apoyará a la administración sino la criticará, se opondrá a todos los fraudes e imposturas abogará por principios e ideas y no por prejuicios y partidismos” (Ibíd.2006).
Con cierto tono de imparcialidad, Pulitzer sigue ganando éxito contratando los mejores escritores y dibujantes y modificando la forma de redactar las noticias, imponiendo su estilo capaz de generar sentimientos, emociones y conmoción en los lectores, así como tenía en cuenta todo lo que estos le manifestaban, otorgándoles a sus cartas, tanto de aprobación como de indignación, un espacio en su periódico. Años después se traslada a Nueva York y compra The New York World, donde comienza una batalla mediática con uno de sus discípulos, William Randolph Hearst, quien después de haber trabajado con él varios años, decidió comprar otro periódico, The New York Journal, con el mismo modelo de su maestro. Este enfrentamiento lleva al uso de estrategias que iban en contra de la ética periodística, pues el afán de obtener más lectores y mayores ganancias, llevó a que deformaran los hechos, presentaran declaraciones falsas o fuera de contexto, exageraran historias, que durante la Guerra de Independencia de Cuba llevaron a que la población decidiera apoyar la intervención de Estados Unidos, ocasionando la guerra Hispanoamericana. Las estrategias de Hearst fueron más radicales, significándole su triunfo sobre su maestro, a pesar de que éste haya logrado un fallo a favor de la libertad de prensa, después de destapar un hecho de corrupción que involucró a la familia del presidente Roosevelt, durante la compra de los derechos de construcción del Canal de Panamá. Estos compraron la concesión de manos de una compañía francesa a 3,5 millones de dólares y los venden a terceros por 40 millones. Cuando Pulitzer muere en 1911, el sensacionalismo queda en manos de Hearst quien años después va a la quiebra por la Gran Depresión de 1929.
El sensacionalismo creado por Joseph Pulitzer, defendía la idea de que su medio iba a ofrecer noticias que los lectores no encontrarían en otro, que contarían los hechos tal y como habían sucedido, con toda su crudeza, pero que no responderían a ningún interés político o ideológico sino sólo a las expectativas del pueblo. Con el enfrentamiento con Hearst, sus principios se van tornando en medidas con fines destinados más hacia el lucro, pues a través de la competencia iban a demostrar cual era el medio más popular en la sociedad, el más comprado y el más leído, defendiendo fines económicos. A pesar de que su forma de narrar la noticia se hace más radical, no lo es tanto como Hearst, llevando con sus publicaciones a que se desencadenaran guerras y movilizaciones de población en contra de los españoles y a favor de quienes se sublevaran ante ellos, así fueran héroes inventados, como Evangelina Cisneros. Fue así como ideales de información para las clases populares, se transforma en una batalla mediática en busca de ingresos.
León, A (2006). Tinta Amarilla. América Reporte. Junio 15. En: http://www.americareporte.com/articulos/cultura/2211235.php
Imagen tomada de: http://blog.insidetheapple.net/2012/07/joseph-pulitzer-and-worlds-first-school.html
Imagen tomada de: http://blog.insidetheapple.net/2012/07/joseph-pulitzer-and-worlds-first-school.html
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