jueves, 11 de octubre de 2012

El sensacionalismo, ¿cuarto poder?: "Hearst contra Pulitzer: El cuarto poder"


"Mis periódicos no trasmiten noticias, las crean" William Randolph Hearst.
William Randolph Hearst, hijo de uno de los muchos hombres que decidieron viajar al oeste de los Estados Unidos durante la “Fiebre del Oro”; nacido en una familia adinerada por los viajes que hacía su padre comprando y vendiendo minas, hasta que encuentran un yacimiento de plata y cobre que los enriquece, es el origen de aquel hombre que creó una prensa popular, destinada a atraer la atención de las clases bajas, y que criticó el papel de las familias ricas del este, tanto en los medios como en la política. Esta perspectiva de Hearst, no sólo como el creador del sensacionalismo sino como un hombre que rechazaba a las élites, amaba el arte, fracasó en la política y tuvo su propia productora de cine, se abarca en el artículo, Hearst contra Pulitzer: el cuarto poder (Reig,2009), de Ramiro Reig, para el diario español La opinión Coruña, haciendo énfasis en la importancia que el periodismo amarillo llegó a tener, a finales del siglo XIX y principios del XX, como ente de gran influencia sobre las masas, considerándolo “el cuarto poder”.
William Randolph Hearst fue un californiano que nació en medio de riquezas, teniendo la oportunidad de viajar a Europa, estudiar en Harvard y comprar sus propios medios de comunicación, como el diario The New York Journal. Sin embargo, a pesar del dinero que tenía, con el contacto que tuvo con jóvenes de prestigiosas familias del este, a los que consideraba engreídos, crea un sentimiento de rechazo hacia ellos, enorgulleciéndose de ser del oeste y haciendo manifiesto este odio en los medios que fue adquiriendo, usándolos para atacarlos y para llevar información a las clases populares. Este último fin, lo logró apelando a los sentimientos y emociones del público, exagerando las noticias o inventándoselas, viéndolos también como una fuente de ingresos. De esta forma da origen al sensacionalismo, el cual se hace evidente a través de la batalla que disputa con el periódico de Joseph Pulitzer, The New York World, durante la guerra Hispanoamericana, donde “El Journal, en una doble edición de mañana y tarde, alcanzó la increíble cifra de un millón de ejemplares” (Ibíd. 2009). En ese entonces, Hearst ganó gracias a las historias de Evangelina Cisneros y la voladura del Maine, sin embargo, el World de Pulitzer también tuvo la oportunidad de lograr grandes exclusivas, como el escándalo de la compra de los derechos de construcción del Canal de Panamá, donde estaban involucrados familiares y amigos del presidente Roosevelt, así como el soborno a varios militares colombianos para que apoyaran la separación de Panamá. De esta manera, el californiano no gana la batalla hasta la muerte de Pulitzer en 1911.
Ramiro Reig enfatiza que esta batalla demostró la forma en que los medios eran capaces de manipular las masas, pues los periódicos contenían versiones sesgadas de la realidad, noticias falsas, inventadas, sin comprobar, pero que movilizaron a la población a apoyar la independencia de cuba y a mantener un rechazo ante la hegemonía española. Después de ser el vencedor, Hearst compra otros 40 medios, aumentando su capacidad para manipular a la población, en este caso, expresando su rechazo frente a las élites, hasta tal punto que decide involucrarse en política, compitiendo con Theodore Roosevelt, pero es derrotado en las elecciones por la Gobernación del estado de Nueva York. En este caso, como afirma el autor, “El cuarto poder fue derrotado por la maquinaria de los partidos” (Ibíd. 2009). Hearst crea entonces su propia productora de cine, la Cosmopolitan Pictures valiéndose de ella para transmitir la información de sus periódicos a muchas más personas, asesorándose de la MGM, la cual publicitaban en los diarios. De esta forma el periodismo llegaba también a las salas de cine, garantizando un consumo más amplio de sus noticias y sobre todo de sus medios. Con el dinero recaudado por sus empresas, el dueño del Journal compra gran cantidad de obras de arte, vicio que lo lleva a la quiebra años después, cuando gasta toda la fortuna heredada por sus padres y no es capaz de solucionar la crisis de sus periódicos durante la Gran Depresión de 1929, donde la gente pierde su poder adquisitivo y aparecen medios que llevan el sensacionalismo al extremo, medios contra  los cuales ya no puede competir.
De esta manera, Reig se acerca a una visión de William Randolph Hearst, no sólo como el creador del sensacionalismo y del cuarto poder, con la entrada del periodismo en varios ámbitos como la política y el cine, sino que también lo aborda como un hombre cuyo repudio ante las élites lo llevó a motivar muchas de acciones pero que como ellas, por el afán de dinero, lujos y riquezas, se llevó a sí mismo a la quiebra.

Reig, R (2009). Hearst contra Pulitzer: el cuarto poder. La opinión Coruña.es. Economía. Edición del 15 de Marzo. En: http://www.laopinioncoruna.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009031500_10_268781__Economia-Hearts-contra-Pulitzer-cuarto-poder

Imagen tomada de: http://cristinasaez.wordpress.com/2008/12/01/hearst-o-como-se-gesto-la-guerra-de-cuba/

No hay comentarios:

Publicar un comentario